Llevas años mirándolo sin saberlo: 5 usos reales del lazo trasero que tu talón te agradecerá

Se llama lazo o tirador del talón. Muchas marcas lo incluyen sin explicar cómo aprovecharlo. Incluso deportistas veteranos lo ignoran o lo usan mal. Aquí tienes una guía clara para sacarle partido sin romper tus zapatillas ni tu paciencia.

Qué hace realmente el lazo trasero y por qué te ahorra molestias

Su función principal es ayudarte a calzarte sin forzar el talón ni deformar el contrafuerte. Al sujetarlo con dos dedos y deslizar el pie, la zapatilla abre el collar y cede lo justo para entrar con suavidad.

Usarlo bien reduce rozaduras, evita que el talón resbale en carrera y prolonga la vida del acolchado trasero. En triatlón o en vestuarios abarrotados, acelera el cambio de calzado y te da segundos valiosos.

El lazo trasero no es adorno ni percha: sirve para guiar el pie, proteger el talón y preservar la forma del zapato.

  • Personas con movilidad reducida: permite calzarse con menos flexión de espalda y sin ayuda.
  • Corredores y triatletas: agiliza transiciones y reduce el aplastamiento del collar en cada uso.
  • Niños: ofrece un punto claro de agarre para aprender a ponerse las zapatillas solos.
  • Quien sale y entra de casa con frecuencia: minimiza tirones y alarga la vida del talón.

Cómo usarlo bien paso a paso

La mayoría tira demasiado o en el ángulo equivocado. Este método funciona con deportivas de diario, entrenamiento y montaña.

  • Afloja los cordones en los dos ojales superiores antes de meter el pie.
  • Sujeta el lazo con el pulgar y el índice, sin retorcerlo.
  • Introduce la punta del pie, tira del lazo hacia atrás en línea con el talón y empuja suavemente.
  • Ajusta cordones y, si hace falta, haz el “lazo del corredor” en el último ojal para fijar el talón.
  • Nunca metas el dedo dentro del collar: deforma el acolchado y rompe el forro.

Nunca lo uses para colgar las zapatillas con peso, mojadas o por largos periodos: la costura cede y el contrafuerte se deforma.

Materiales, resistencia y cuidados rápidos

Según la marca y el modelo, el tirador puede ser de cinta textil, piel, goma o una pestaña termopegada. No todos soportan la misma tracción ni responden igual a la humedad o al barro.

Material Ventajas Inconvenientes Uso típico
Nylon o poliéster Ligero, seca rápido, buen agarre con sudor Puede deshilacharse si se corta Running, trail, zapatilla urbana
Piel o sintético Muy resistente y estable Más rígido; tarda en domarse Senderismo, lifestyle premium
Cinta acolchada/elástica Cómoda al tacto, amable con el tendón Voluminosa; acumula humedad Casual, calzado para niños
Pestaña termopegada Integrada, minimalista, ligera Menos tolerante a tirones bruscos Voladoras, modelos de competición

Cuándo conviene repararlo o cambiarlo

Si ves hilos sueltos, holgura en la unión o el tirador se tuerce, acude a un zapatero para un cosido en “X” o en caja. Si la pestaña termopegada se despega, un refuerzo cosido sobre una pieza de microfibra funciona mejor que el pegamento doméstico. Si el contrafuerte interno está roto o cruje, reparar solo el lazo ya no basta: toca valorar sustitución del calzado.

Mitos frecuentes y errores que desgastan tus zapatillas

  • Colgarlas por el lazo para secarlas: el peso del agua tira de la costura y curva el contrafuerte.
  • Tirar hacia arriba en vertical: el ángulo correcto es hacia atrás, alineado con el talón.
  • No aflojar cordones: el lazo no sustituye al ajuste; forzar acorta la vida del collar.
  • Usarlo para enganchar un mosquetón en la mochila durante rutas largas: práctico, pero solo en tiradores anchos y cosidos; en pestañas finas se rajan.
  • Creer que todos valen lo mismo: en montaña, busca tiradores más gruesos y con refuerzo; en competición, ligeros y firmes.

Elegir unas zapatillas con buen tirador: qué mirar en la tienda

Prueba con calcetines de uso habitual. Introduce el pie tirando del lazo; si cede sin chasquear costuras y el collar no se hunde, buena señal. Fíjate en que la pieza tenga al menos dos puntos de anclaje, bordes suaves que no rocen el tendón de Aquiles y una ventana de agarre que admita dos dedos.

Un buen tirador ayuda, pero el ajuste final lo decide el sistema de cordones y el molde de la horma.

Preguntas rápidas que te haces y respuestas concretas

  • ¿Reduce ampollas? Sí, al evitar el deslizamiento del talón y el “sube y baja” dentro del zapato.
  • ¿Sirve para atar cordones? No. Es un punto de tracción, no un anclaje estructural.
  • ¿Vale para poner polainas o cubrepolvos? Solo si el diseño lo prevé; muchos modelos de trail añaden puntos específicos.
  • ¿Y si se rompe? Se puede coser o sustituir por una cinta de nylon de 2 cm de ancho. Mejor con refuerzo interior.

Consejos prácticos para deportistas y familias

En triatlón, busca tiradores grandes y rígidos que puedas agarrar con manos mojadas y sin calcetines. Combínalos con cordones elásticos y talco en el interior para transiciones más rápidas. En niños, elige tiradores blandos y redondeados: guían la mano y evitan pellizcos.

Si tienes molestias en el tendón de Aquiles, prioriza tiradores bajos o integrados que no sobresalgan y un collar acolchado con corte en “U”. Evitarás presión directa sobre la inserción del tendón.

Pequeños ajustes que marcan diferencia

  • Haz el “lazo del corredor” en el último ojal para fijar el talón cuando notes deslizamiento.
  • Seca el tirador con toalla tras lluvia o lavadora y rellena la zapatilla con papel para mantener la forma.
  • Si usas plantillas gruesas, afloja un ojal extra antes de calzarte: el tirador trabajará menos y todo durará más.

Usado con cabeza, el lazo trasero te da rapidez, comodidad y más kilómetros sin rozaduras ni roturas prematuras.

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