Según David Céspedes, las fresas acumulan más pesticidas: lávalas 10 minutos y protege a tu familia

Ese brillo invita a comerlas tal cual, pero la fruta delicada viene de campos húmedos, viaja en cajas apretadas y llega a tu cocina con restos que no se aprecian. Una rutina de lavado sencilla cambia el guion sin robarte tiempo.

Por qué te concierne: fresas, piel fina y restos que se quedan

Las fresas se cultivan muy cerca del suelo. La lluvia salpica, la tierra se adhiere y la piel no actúa como barrera firme. Su superficie es porosa, con semillas externas y pequeños pliegues donde se agarran residuos. A esto se suma que, al cosechar y transportar, pasan por manos y bandejas. Todo suma. Por eso un enjuague rápido no basta.

El médico y divulgador David Céspedes ha puesto el foco en un punto clave: esta fruta está entre las que más residuos pueden acumular y necesita una higiene más cuidadosa para comer con tranquilidad y alargar su vida útil en casa.

Diez minutos marcan la diferencia: remojo controlado, aclarado abundante y secado con mimo reducen residuos y retrasan el moho.

El método de 10 minutos que recomienda David Céspedes

La pauta es casera y precisa: remojar las fresas durante 10 minutos en agua con sal o en una solución de vinagre al 3%, aclararlas, secarlas y guardarlas con ventilación. Este orden importa para no estropearlas ni acelerar su deterioro.

Cómo preparar el vinagre al 3% en tu cocina

• Si tu vinagre de mesa es al 5% de acidez, mezcla 3 partes de vinagre con 2 de agua para aproximarte al 3%.
• Usa agua fría. El agua templada ablanda la fruta y favorece golpes y roturas.
• Prueba primero con un pequeño lote si te preocupa que dejen sabor. Aclara bien después.

Regla de oro: no quites el pedúnculo ni perfores la fruta antes del remojo. Así evitas que absorba agua por dentro.

Paso a paso sin margen de error

• Remoja 10 minutos en agua con sal (1 cucharada sopera por litro) o en vinagre al 3%.
• Mueve suavemente el cuenco un par de veces para que el agua llegue a todos los recovecos.
• Aclara bajo el grifo en un colador amplio, sin apilar demasiadas.
• Seca con papel de cocina o un paño limpio, sin frotar, solo presionando.
• Guarda en un recipiente con base de papel, tapa no hermética o parcialmente abierta y sin aplastarlas.

Métodos caseros comparados: qué usar y cuándo

Errores que las estropean antes de tiempo

• Quitas el rabito antes de lavarlas. Entra agua y se ablandan por dentro.
• Las dejas húmedas en la nevera. La humedad retenida acelera el moho.
• Las amontonas en bandejas profundas. El peso machaca las de abajo.
• Cierras herméticamente el recipiente. Falta ventilación y aparece condensación.
• Mezclas piezas perfectas con otras tocadas. El deterioro se propaga.

Lo que plantea el experto y lo que puedes esperar

La recomendación de Céspedes es pragmática: diez minutos de remojo controlado reducen la presencia de residuos adheridos y retrasan la aparición de moho. No convierte la fruta en estéril ni reemplaza la cadena de frío, pero sí mejora la seguridad doméstica y el aprovechamiento. El resultado más visible es simple: menos piezas que acaban en la basura a los dos días y más margen para planificar postres o meriendas.

¿Y si compro fresas ecológicas?

También conviene lavarlas. La agricultura ecológica permite ciertas sustancias y, además, hay polvo, tierra y manipulación. La pauta es la misma. La diferencia suele notarse en el aroma, no en la ausencia de lavado.

¿Funciona con otras frutas del bosque?

Frambuesas y moras son aún más delicadas. Admite un remojo breve y muy suave, con sal o bicarbonato en baja concentración, pero es preferible un pase rápido por agua y un secado cuidadoso. Los arándanos toleran mejor el método de 10 minutos.

Cómo guardar para que duren más

• Base de papel absorbente y tapa sin cierre hermético para evitar condensación.
• Revisión diaria: retira la pieza dañada para que no contagie al resto.
• No laves si vas a congelar. Lava cuando descongeles, o congela ya limpias y perfectamente secas.
• Usa la parte menos fría del frigorífico, no el fondo donde se hielan.

No mezcles vinagre con lejía ni con limpiadores. Las frutas se lavan con agua potable y agentes alimentarios.

Preguntas prácticas que te ahorran dinero

¿Cuánta solución preparar? Calcula cubrir las fresas con holgura. Un litro suele bastar para una bandeja estándar de 400–500 g. ¿Se puede acortar el remojo? Si tienes prisa, 7–8 minutos ayudan, pero el margen de eficacia crece hasta los 10. ¿Qué hago si saben a vinagre? Aclara más tiempo y seca mejor. También puedes optar por el método con sal.

Pequeña guía para no desperdiciar

• Planifica: lava justo la cantidad que vas a consumir hoy y mañana; el resto, sin lavar, en frío y ventilado.
• Transforma: las piezas muy maduras sirven para mermelada rápida, batidos o compotas.
• Congela en bandeja: colócalas sin tocarse, congela y luego guarda en bolsa. Así no se pegan.

Para ampliar tu margen de seguridad

Las personas mayores, embarazadas, niños pequeños y quienes tienen defensas bajas se benefician especialmente de una higiene meticulosa. Lava siempre antes de cortar o partir, porque el cuchillo arrastra lo de fuera hacia el interior. Mantén las tablas y paños limpios y separados de la carne cruda. Y recuerda esta idea sencilla: una fruta que entra seca en la nevera dura más.

Un dato final que te sirve hoy mismo

Si vas a preparar una solución de vinagre al 3% y solo tienes vinagre de 5%, piensa en medidas fáciles. Por cada 2 vasos de agua, añade 3 vasos de vinagre. Remoja 10 minutos, aclara bien y seca. Repite el método cuando vuelvas del mercado con la próxima bandeja. Son minutos que suman salud y ahorro en tu nevera.