Si tus plantas más resistentes se mueren no es por sed, Álvaro Pedrera revela 90% que te toca

Si tus plantas más resistentes se mueren no es por sed, Álvaro Pedrera revela 90% que te toca

Las hojas caen, el sustrato huele raro y el tiesto pesa demasiado.

Quienes cuidan plantas fáciles confían en su fama de duras y riegan “por si acaso”. Esa rutina bienintencionada desencadena el problema que más visitas lleva a los foros de jardinería doméstica.

El aviso de Álvaro Pedrera que contraría la intuición

El especialista en jardinería doméstica Álvaro Pedrera, conocido por su trabajo divulgativo en Ypikue, pone cifras a una sospecha incómoda. No fallan por abandono, sino por exceso de riego. Su diagnóstico resulta directo: la mayoría de bajas en interior tienen el agua como causa inicial, no la sequía.

El encharcamiento desplaza el oxígeno del sustrato. La raíz se asfixia, se debilita y abre la puerta a hongos y bacterias.

Pedrera bautiza este patrón como “síndrome del pez ahogado”. Afecta incluso a especies de fama indestructible como el potos (Epipremnum aureum), la kentia (Howea forsteriana) o el espatifilo (Spathiphyllum), que en casa prefieren ciclos de humedad y secado, no barro permanente.

Cómo reconocer que riegas de más

El exceso de agua tiene señales claras. Aparecen antes de que la planta colapse si prestas atención a la maceta y al sustrato.

  • Hojas flácidas y amarillentas, con nervios verdes que avanzan hacia un tono pardo.
  • Tallos blandos o ennegrecidos al tacto, síntoma de pudrición.
  • Raíces marrones, quebradizas y con olor a moho al revisar el cepellón.
  • Capa superficial con moho blanco o verde y mosquitas del sustrato revoloteando.
  • Maceta pesada durante días y agua retenida en el plato sin evaporar.

Si el sustrato se pega al dedo, no toca regar. Si sale limpio y polvoriento, sí.

Prueba casera en 10 segundos

  • El dedo: introduce dos o tres centímetros. Humedad pegajosa implica espera; sequedad y gránulos sueltos, riego.
  • El palillo: clávalo y saca. Mancha húmeda, pausa; seco, adelante.
  • El peso: levanta la maceta siempre con dos manos. Aprende su peso “en seco” para no regar por rutina.

Protocolo de rescate ante el exceso de agua

Si ya hay síntomas, conviene actuar rápido. La clave está en oxigenar raíces y cortar el avance de patógenos.

  • Suspende el riego y vacía el plato de inmediato.
  • Extrae la planta con cuidado y retira el sustrato empapado sin romper raíces sanas.
  • Deja airear el cepellón 12–24 horas en lugar ventilado, sin sol directo.
  • Recorta raíces oscuras o gelatinosas con tijeras desinfectadas.
  • Aplica un fungicida de amplio espectro si hay olor a pudrición o manchas en cuello y raíces.
  • Trasplanta a mezcla nueva y drenante (ver receta más abajo) y utiliza maceta con orificios reales.
  • Espera a ver brotes nuevos antes de abonar. Con raíces débiles, el fertilizante quema.

Qué no hacer

  • No tapes los agujeros de drenaje “para que no manche”. El agua debe salir.
  • No coloques la maceta en un cubremacetas sin control. Si lo usas, vacíalo tras cada riego.
  • No riegues “por calendario” con frío o poca luz. Ajusta al ritmo de la planta.

Qué marca la frecuencia de riego

No hay una regla universal. La demanda cambia con el ambiente, el recipiente y la mezcla de sustrato.

  • Tipo de planta: cactus y suculentas piden secados largos; tropicales de hoja fina beben más, pero odian el charco.
  • Luz y temperatura: más luz y calor, más transpiración; menos luz, menos agua.
  • Material de la maceta: la cerámica porosa seca antes que el plástico o el vidrio.
  • Movimiento de aire: ventilación acelera el secado; esquinas estancas lo frenan.
  • Sustrato: mezclas con fibra y perlita drenan; turba compactada retiene.
  • Estación: con calefacción encendida, el ritmo cambia. En invierno, el sustrato tarda más en secar.

Guía rápida por especies habituales

Planta Señal para regar Intervalo orientativo
Potos Primeros 3–4 cm secos 7–14 días en interior templado
Kentia Mitad superior del sustrato seca 10–20 días según luz
Espatifilo Hojas apenas caídas y sustrato ligero 5–10 días con buena luz
Sansevieria Sustrato totalmente seco 3–4 semanas
Cactus y suculentas Seco de arriba a abajo 3–6 semanas en invierno

Menos es más: es preferible un leve estrés por sequía que una pudrición irreversible.

Enfermedades y riesgos asociados al encharcamiento

La raíz sin oxígeno activa hongos del suelo como Pythium o Phytophthora. La clorosis por bloqueo de nutrientes llega después. También aparecen mosquitos del sustrato y manchas foliares por bacterias oportunistas. Cuando el tejido radicular colapsa, la planta no puede hidratarse aunque el tiesto esté húmedo.

La prevención empieza por el drenaje: capa de mezcla aireada, riegos espaciados y maceta que evacúe. Desinfecta herramientas, retira hojas caídas y ventila estancias para cortar el ciclo de los hongos.

Trucos de riego con menos riesgo

  • Riego por inmersión moderada: sumerge la base de la maceta 5–10 minutos y escurre. Controla no empapar el cepellón por completo.
  • Riego por platos con vaciado: deja que tome lo que necesita y retira el excedente a los 15 minutos.
  • Mezcla drenante universal: 50% sustrato de calidad, 30% perlita o piedra pómez, 20% corteza o fibra de coco.
  • Hidrómetro o tira de humedad: ayudan si te cuesta “leer” el sustrato. Úsalos como guía, no como orden.
  • Cambio de maceta: la terracota porosa respira y perdona más errores que el plástico.

Para quienes empiezan: rutina mínima que funciona

Coloca todas tus plantas en puntos de luz real. Agrupa por necesidades y etiqueta macetas con la fecha del último riego. Revisa cada fin de semana con el método del dedo y el peso, no con una alarma fija. Anota qué tarda cada especie en secar en tu casa. En tres semanas tendrás un patrón propio.

Información útil para ir un paso más allá

  • Si vienes de riegos generosos, reduce poco a poco. Las raíces deben rehacerse para absorber bien.
  • En pisos con poca luz, sustituye un riego al mes por una vaporización ligera de hojas duras para limpiar polvo, no para “dar de beber”.
  • Si tu hogar es muy seco, prioriza mejorar humedad ambiental con bandejas de guijarros y ventilación suave antes que añadir agua al sustrato.

Los abonados se vuelven eficaces cuando el sistema radicular está activo. Espera señales de crecimiento y emplea dosis bajas y frecuentes. Y si dudas con una especie concreta, busca su origen: las plantas que en la naturaleza viven sobre ramas o rocas (epífitas y litófitas) piden aire en las raíces y riegos rápidos que no se estancan.

1 comentario en “Si tus plantas más resistentes se mueren no es por sed, Álvaro Pedrera revela 90% que te toca”

  1. Confirmo lo del “síndrome del pez ahogado”: mis esptafilos morían por regar “por si acaso”. El truco del dedo y el peso de la maceta me salvó varias. Menos agua, más aire. Gracias por explicar tan claro. 😊

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