Parece el Amazonas pero está en España: ¿te escapas 3 días a La Gomera y sus aguas cristalinas?

Proponemos un viaje breve que reduce gasto y huella de carbono sin renunciar al exotismo. Está en España y sorprende desde el primer paso.

La isla que engaña a la vista

Quien camina por La Gomera entiende por qué tantos viajeros la comparan con el Amazonas. La bruma acaricia los montes. El musgo cubre troncos centenarios. La humedad se queda en la piel.

En el corazón de la isla, el Parque Nacional de Garajonay guarda un bosque de laurisilva que parece detenido en el tiempo. La altitud y los vientos alisios generan un “mar de nubes” que alimenta una vegetación reliquia de épocas remotas.

Garajonay es Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1986 y La Gomera es Reserva de la Biosfera desde 2012.

Una selva húmeda declarada patrimonio

La laurisilva canaria reúne tilos, viñátigos, laureles y brezos gigantes. Los senderos, alfombrados de hojas, conectan miradores y barrancos. La fauna endémica añade singularidad. Vuelan la paloma rabiche y la paloma turqué entre copas densas. En los riscos resisten especies únicas como el lagarto gigante de La Gomera, aún en peligro.

El centro de visitantes Juego de Bolas ayuda a preparar la ruta. Los paneles explican microclimas y normativas. Desde allí parten itinerarios señalizados para todos los niveles.

Senderos para principiantes y veteranos

• Alto de Garajonay: subida corta hasta los 1.487 metros con vistas de 360 grados.
• El Cedro: umbría, laurisilva pura y un arroyo que corre todo el año.
• Chorros de Epina: ruta corta con leyendas y fuentes de agua.
• Agulo – Mirador de Abrante: contraste de rojo volcánico, mar y un paseo de cristal sobre el valle.

El silbo gomero, lengua de silbidos reconocida por la UNESCO, aún se enseña y se practica en actos culturales.

Playas de aguas claras para un baño sin sorpresas

La “selva” se combina con calas limpias y fondos volcánicos. La arena acostumbra a ser oscura, pero el agua, en días de calma, muestra tonos turquesa. Las corrientes exigen prudencia y atención a las banderas.

Dónde poner la toalla

Valle Gran Rey ofrece varios puntos tranquilos. La Calera y La Puntilla tienen accesos cómodos y atardeceres amplios. El Charco del Conde crea una laguna natural protegida por rocas, ideal con marea baja. En el sur, Playa de Santiago luce aguas cristalinas y un paseo agradable. En el noroeste, Alojera combina un caserío tradicional con una bahía resguardada.

La visibilidad suele ser mejor a primera hora. El snorkel enseña fondos rocosos y vida marina junto a los espigones. La temporada de avistamiento de cetáceos funciona todo el año, con salidas desde Valle Gran Rey y San Sebastián.

Cómo llegar sin gastar de más

El acceso más sencillo combina vuelo a Tenerife y ferry hasta San Sebastián de La Gomera. También hay vuelos interinsulares directos en días concretos. Conviene reservar con antelación en puentes y Semana Santa.

Cuándo ir y qué meter en la mochila

El clima es suave todo el año. En cumbre y bosque la temperatura baja respecto a la costa. La niebla aparece y desaparece en minutos. Las lluvias se concentran en invierno, pero pueden sorprender también en primavera.

• Capa fina impermeable y forro ligero para el parque.
• Calzado con suela taqueada y bastones si las rodillas lo agradecen.
• Gafas, gorra y crema SPF 50 para la costa.
• Agua y fruta para rutas; hay tramos sin servicios.
• Toalla de secado rápido y bolsa para residuos.

Reglas, riesgos y respeto al entorno

En Garajonay no se permite hacer fuego ni salirse de los senderos señalizados. Las flores y hojas se quedan en el monte. El dron requiere autorización específica. La conducción demanda paciencia: la carretera es sinuosa y ofrece miradores que invitan a parar en zonas seguras.

En playa, la bandera roja obliga a no entrar al agua. La marea modifica corrientes y rompientes. El sol castiga incluso con viento fresco. El sentido común evita sustos y permite un día redondo.

La Gomera ofrece selva húmeda, barrancos verticales y calas de agua quieta en un territorio compacto y cercano.

Plan de 3 días para gente con prisa

Día 1. Llegada a San Sebastián y paseo por el casco histórico. Subida al mirador más cercano para ubicar barrancos y costa. Tarde de playa en Playa de San Sebastián o Tecina si el mar está en calma.

Día 2. Garajonay desde Juego de Bolas. Ruta circular corta por El Cedro. Almuerzo en Agulo con productos locales. Tarde en el Mirador de Abrante y regreso por la dorsal con paradas en miradores de nubes.

Día 3. Mañana en Valle Gran Rey con baño en La Calera. Salida en barca para ver delfines si el tiempo lo permite. Merienda con almogrote, queso gomero y plátano. Vuelta por Alojera para una última cala tranquila.

Comer y entender la isla

La mesa gomera es contundente y sencilla. El almogrote mezcla queso curado con pimienta. El potaje de berros calienta tras una ruta. La miel de palma endulza postres y desayunos. Los mercados locales venden fruta de temporada y queso de cabra con denominación insular.

El silbo sigue vivo en escuelas y exhibiciones. Es una forma de comunicación que cruza barrancos con mensajes codificados. Quien lo escucha por primera vez entiende la relación que los gomeros mantienen con su orografía.

Datos prácticos para alargar la estancia

• Alojamiento: casas rurales en el norte húmedo, apartamentos junto a la costa en el sur.
• Transporte: el bus funciona, pero el coche da libertad para madrugar en miradores.
• Compras responsables: artesanía de palma, cerámica tradicional y productos locales con envases reutilizables.
• Avistamiento de cetáceos: empresas con bandera azul y guías formados reducen molestias a la fauna.

Quien busque selva templada sin cruzar el Atlántico tiene en La Gomera una respuesta clara. La combinación de bosques húmedos, playas de agua nítida y cultura propia cabe en un fin de semana largo. Un consejo final: revisa el parte meteorológico la noche anterior, ajusta la ruta a la nubosidad y prioriza primeras horas para senderos y baños. El premio es doble cuando el día arranca sin prisa y con el bosque aún despierto.