DGT avisa: el gesto de 10 segundos al aparcar que ahorra 200 € y que casi nadie aplica, ¿lo haces tú?

La diferencia cabe en segundos.

La DGT insiste en una regla sencilla que muchos pasan por alto al estacionar con prisas en calles estrechas. No hace falta tecnología ni trucos ocultos: basta con orientar el coche en el mismo sentido de la circulación y elegir el lado correcto. Ignorar ese detalle suele costar 200 €.

Qué dice la norma y por qué te afecta

El Reglamento General de Circulación exige aparcar con el vehículo orientado en el sentido de la marcha. En vías de doble sentido, se estaciona en el lado derecho. En vías de sentido único, puedes usar ambos lados, siempre con el coche mirando como circula el tráfico.

La sanción por estacionar al revés del flujo alcanza los 200 €. No implica pérdida de puntos, pero afecta al bolsillo y a la seguridad. La razón es práctica: los reflectantes traseros te hacen visible desde atrás; si el coche queda “del revés”, te perciben peor, sobre todo de noche o con lluvia.

Para meter el coche en sentido contrario casi siempre invades el carril opuesto. Esa maniobra exige giros bruscos, reduce la visibilidad a quien viene de frente y multiplica roces al salir del hueco. En ciudades con motos, bicis y furgonetas de reparto, el margen de error se estrecha.

Estacionar en sentido contrario a la marcha se sanciona con 200 € y eleva el riesgo de golpes al incorporarte.

Cómo evitar la sanción en 10 segundos

Si ves un hueco al otro lado de una calle con doble sentido, no entres de frente. Rodea la manzana y toma el sitio desde tu carril. Esa microdecisión ahorra multas y discusiones.

• Anticípate: si sospechas que hay sitio en tu lado, reduce y señaliza con tiempo.
• Si el hueco queda a la izquierda, continúa 40–60 metros y gira en la primera esquina.
• Regresa por la misma vía o por la paralela para alinearte con el sentido del tráfico.
• Coloca el coche pegado al bordillo sin invadir la acera y endereza las ruedas.
• En pendiente, deja primera si sube o marcha atrás si baja; activa el freno de estacionamiento.
• Usa intermitentes siempre, incluso si “no viene nadie”. Te blindas ante malentendidos.

Si dudas, rodea la manzana y entra desde tu carril: tardas un minuto y te ahorras dinero y estrés.

Casos que generan confusión

Calles de sentido único

Puedes aparcar a izquierda o derecha, pero el coche debe quedar orientado como circula la vía. Entrar de frente en contraflujo, aunque sea un metro, habilita la sanción.

“Sólo paro un minuto con las luces de emergencia”

Los warnings no legitiman un mal estacionamiento. Parar o estacionar en sentido contrario, o invadir carril opuesto, puede costar lo mismo que dejar el coche dos horas.

Motos y ciclomotores

Comparten la regla de orientación. Si tu municipio permite aparcar en acera con condiciones, se aplican las distancias, horarios y zonas marcadas por la ordenanza local.

Zonas reguladas y carga y descarga

La orientación correcta no sustituye las normas de cada zona. En áreas SER/ORA, respetar horario y ticket no evita una denuncia si aparcas “del revés”. En carga y descarga, además, rigen franjas y tiempos específicos.

Cuánto te cuesta hacerlo mal y cuánto te ahorras

El pronto pago suele dejar una multa de 200 € en 100 € si abonas dentro del plazo abreviado. Aun así, con dos sanciones al año pierdes 200 €. Un hábito de 10 segundos evita esa sangría y te quita ansiedad cada vez que vuelves al coche.

Seguridad: por qué este gesto marca la diferencia

Cuando aparcas alineado con el tráfico, tu salida es más predecible. No cruzas el carril de golpe, ves mejor a quien viene desde atrás y evitas ángulos muertos al abrir la puerta. De noche, los reflectantes traseros cumplen su función; al revés, te haces “invisible” para quien llega desde tu espalda.

La orientación correcta también facilita la vida a ambulancias, camiones de basura y reparto. Cada maniobra extra que eliminas reduce sobresaltos y rozaduras de chapa en calles con poco margen.

Truco para coches grandes o calles estrechas

• Haz una parada corta previa para “leer” el hueco y decidir si te compensa la vuelta.
• Gira con el volante ya recto antes de entrar al sitio: ahorrarás correcciones dentro del hueco.
• Usa referencias: alinea el retrovisor con el faro trasero del coche de delante y entra con ángulo contenido.
• Si llevas pasajeros, bájalos antes de la maniobra para ganar visibilidad y no bloquear el carril.

Aparcar en el sentido de la marcha mejora la visibilidad, reduce maniobras críticas y evita conflictos con otros conductores.

Preguntas rápidas

• ¿Y si el hueco sólo permite entrar de frente? Da la vuelta y toma el sitio desde tu carril. Si no es viable, busca otro.
• ¿Puedo recibir dos denuncias a la vez? Sí, si sumas hechos distintos (p. ej., sentido contrario y acera).
• ¿Las cámaras multan esto? Algunas ciudades usan control telemático; la denuncia puede llegar sin que veas al agente.

Señales y excepciones que conviene tener claras

La señalización manda. Si una señal marca estacionamiento en batería o en oblicuo, respeta ese formato y la orientación indicada por las marcas viales. En operaciones especiales, obras o emergencias, obedecer a los agentes tiene prioridad absoluta. En vías de sentido único con señalización horizontal específica, aparcar a la izquierda puede estar claramente habilitado.

Si recibes una denuncia, revisa fechas, lugar exacto y tipo de vía. Tienes un plazo breve para alegar o para pagar con reducción. Fotografiar la zona y la señalización ayuda si detectas un error en la notificación.

Consejos extra para evitar sorpresas

• Deja las ruedas orientadas hacia el bordillo si la calle baja; hacia la calzada si sube. Evitas desplazamientos si falla el freno.
• No tapes matrículas ni señales con tu paragolpes. La visibilidad de señales y pasos peatonales entra en juego en muchas denuncias.
• Si aparcas de noche, revisa que no sobresales de la línea y que el coche queda visible. Unos centímetros evitan golpes al maniobrar terceros.
• En barrios con SER, comprueba el lado de cambio semanal de acera si existe. Ese detalle también genera multas.

Un último apunte útil: una sanción de estacionamiento no afecta a tus puntos ni al seguro, pero un parte por colisión al incorporarte en contraflujo puede complicar responsabilidades. Convertir en rutina ese giro de manzana te salva dinero, tiempo y discusiones, y hace más predecible el tráfico del que dependes cada día.