Lidl lanza un calefactor de 500 W por 14,99 €: ¿te salvará el invierno sin obras y sin gastar?

En ese contexto aterriza una propuesta sencilla: un mini calefactor enchufable de Lidl, pensado para crear un microclima donde estás tú. Cuesta menos de 15 euros, cabe en una mano y promete calidez inmediata sin instalaciones ni cables sueltos.

Qué es y cómo funciona

Hablamos de un calefactor compacto que se conecta directamente al enchufe. Usa tecnología cerámica para generar calor y un pequeño ventilador para moverlo. Incluye termostato regulable, de modo que mantiene una temperatura estable sin derroches. Con una potencia aproximada de 500 W, su objetivo no es templar un salón enorme, sino dar confort rápido en zonas pequeñas.

Esa potencia traduce bien a euros: 0,5 kW x 0,20 €/kWh = 0,10 € por hora. Es un coste fácil de controlar si lo empleas en sesiones cortas. Pensemos en 45 minutos de teletrabajo por la tarde, cinco días: 3,75 horas a la semana y unos 0,38 € con un precio de energía de 0,20 €/kWh. La clave está en usarlo con cabeza y con puertas cerradas.

Menos de 15 €, 500 W y calor por zonas: paga por lo que necesitas, justo cuando lo necesitas.

Dónde rinde de verdad

Este tipo de aparato brilla cuando no compensa encender el sistema central. Te acompaña a tu actividad y evita calentar metros vacíos.

• Puesto de teletrabajo: sesiones de 30–60 minutos con la puerta cerrada y una temperatura de 19–21 ºC.
• Baño antes de la ducha: 8–12 minutos previos para reducir la sensación de frío sin riesgos innecesarios.
• Dormitorio pequeño: lectura corta por la noche sin activar toda la vivienda.
• Taller, caravana o trastero: apoyo puntual en tareas rápidas cuando el exterior baja de 10 ºC.
• Segundas residencias: primer golpe de calor mientras el resto del sistema despierta.

Colocación y seguridad básica

La ubicación lo es casi todo. Busca un enchufe despejado, con la salida de aire dirigida hacia ti a dos o tres metros. Evita cortinas, ropa o muebles delante. Cierra la puerta y reduce infiltraciones de aire bajando un punto la persiana. Si tu modelo trae temporizador, programa tandas cortas para no olvidar el aparato encendido.

Dos reglas de oro: salida libre de aire y enchufe firme. Ganas calor estable y evitas sustos eléctricos.

No lo uses en regletas antiguas ni en enchufes flojos. En el baño, mantén distancia de zonas de agua y colócalo en superficies estables para evitar caídas. Si convives con niños o mascotas, prioriza enchufes altos o supervisión. Y no tapes rejillas: la cerámica necesita flujo de aire para trabajar con seguridad.

¿Ahorra de verdad frente a otros equipos?

El ahorro llega por el lado de “calentar por zonas”. Si solo necesitas confort en un espacio de 4–8 m², 500 W pueden resolverlo sin encender radiadores lejanos. Compararlo con equipos mayores ayuda a tomar la decisión:

Si ya tienes un split, la bomba de calor seguirá siendo la opción más eficiente para periodos largos. Si no lo tienes o no compensa encenderla, este mini calefactor cobra sentido como herramienta puntual. No sustituye a la calefacción de base; evita encenderla cuando no hace falta.

Trucos de uso que se notan en la factura

Ajuste fino de temperatura

Empieza en 19 ºC y sube solo si lo necesitas. Cada grado extra empuja el consumo por más tiempo de funcionamiento. En sesiones cortas, el cuerpo agradece el salto rápido de 2–3 ºC en la zona donde te sientas.

Burbuja térmica bien hecha

Puerta cerrada, alfombra en el suelo frío y cortina ligeramente bajada. Menos fugas de calor significa menos minutos encendido. Si el suelo es muy frío, usa calzado o una esterilla para sentir el confort antes.

Planifica por bloques

Actívalo 10 minutos antes de sentarte. Para llamadas de 20 minutos, no lo dejes una hora. Pensar en bloques evita que el aparato se quede trabajando sin motivo.

Usa el calor como una capa ligera: la pones para la tarea, la quitas al terminar.

Preguntas rápidas del lector

• ¿Hace ruido? Suena como un ventilador pequeño. Un soplido continuo que no molesta en videollamadas si está a unos metros.
• ¿Sirve para toda la casa? No. Está pensado para rincones y estancias pequeñas. Con puertas abiertas pierde eficacia.
• ¿Vale para el baño? Sí, con prudencia y lejos del agua. Enchufe firme y superficies estables.
• ¿Cuándo no elegirlo? Si buscas calentar muchas horas un espacio grande, un split o un radiador más potente será mejor opción.
• ¿La oferta dura siempre? Estas campañas suelen ser limitadas. Si se agota, lo habitual es que vuelva por temporadas.

Ideas extra para sacarle partido

Combínalo con pequeñas medidas de aislamiento: burletes en puertas, sellado de rendijas y textiles gruesos. Reducen corrientes y permiten bajar minutos de uso. Si tu tarifa eléctrica tiene tramos, aprovecha horas valle para tareas que no dependan del momento, como calentar un cuarto de estudio nocturno.

Si compartes piso, proponed un pacto de zonas: el que necesite calor puntual usa el mini calefactor en su habitación y se evita encender el sistema general. En familias con horarios cruzados, esta lógica evita picos de consumo y mantiene la paz doméstica.

Para usuarios sensibles al aire caliente directo, orienta la salida hacia una pared cercana. El chorro rebota y el confort se vuelve más homogéneo. Si notas sequedad, un vaso con agua en la mesa suaviza la sensación sin gastar más energía.

Y un apunte de seguridad final: revisa enchufes cada cierto tiempo. Si notas olor a caliente o partes descoloridas, cambia el punto de conexión. Un buen contacto eléctrico vale más que cualquier modo “eco”. Con reglas claras y sesiones cortas, este pequeño aliado de menos de 15 euros puede convertir tu metro cuadrado en un refugio cotidiano durante el invierno.