Tu lavadora puede salvarte 150 € con este gesto de 8,90 €: el tapón del filtro que nadie revisa

A muchos les suena esta escena doméstica.

Antes de llamar al técnico y abrir la cartera, conviene mirar abajo, donde nadie mira. Detrás de una trampilla pequeña se esconde una pieza de plástico con una goma negra que, si falla, convierte una colada rutinaria en un gasto de tres cifras. Cambiarla cuesta menos que un desayuno y lleva menos de un cuarto de hora.

La pieza barata que más averías evita

El tapón del filtro de desagüe, con su junta tórica, protege la bomba de drenaje de pelusas, horquillas, botones y monedas. Cuando la junta se endurece o el tapón se deforma, el cierre ya no sella. Entra aire, la bomba pierde eficiencia y el vaciado se vuelve lento. También aparece la fuga silenciosa que empapa la alfombrilla.

Muchos modelos muestran códigos como E18, 5C, F05 o E21 ante un drenaje deficiente. No siempre se trata de una avería electrónica. A menudo es un tapón fatigado o un filtro colapsado que pide recambio.

Cambiar el tapón con su junta cuesta entre 6 y 10 € y evita visitas de 120 a 150 €. El ahorro es inmediato.

Una junta nueva devuelve la estanqueidad. La bomba deja de tragar aire y vacía a su caudal nominal. Se reduce el ruido de gorgoteo, baja el consumo al acortarse los tiempos de vaciado y desaparecen los charcos.

Señales que te afectan a ti y a tu bolsillo

• Drenaje más lento y nivel de agua que tarda en bajar al final del ciclo.
• Gorgoteos al vaciar y vibraciones que no estaban antes.
• Olor rancio en el frontal por estancamiento de agua en el filtro.
• Códigos de error E18, 5C, F05 o similares tras el centrifugado.
• Agua que reaparece en el tambor después del programa.
• Charco ocasional bajo la tapa inferior sin tuberías rotas a la vista.

Cómo cambiar el tapón y la junta en 10 minutos

Material necesario

• Tapón del filtro con junta compatible con tu modelo.
• Toalla amplia y un cuenco bajo la trampilla.
• Guantes finos y un paño para secar el asiento de la junta.
• Un poco de agua jabonosa para lubricar la tórica.

Paso a paso

• Apaga y desenchufa la lavadora para trabajar sin tensión.
• Coloca toalla y cuenco. Abre la trampilla inferior frontal.
• Gira el tapón en sentido antihorario y deja salir el agua poco a poco.
• Retira el tapón. Extrae pelusas, monedas y restos del filtro.
• Comprueba que la hélice de la bomba gira libre y sin ruidos metálicos.
• Seca bien la zona de asiento. Coloca la junta nueva sin torsión.
• Lubrica la tórica con agua jabonosa. Presenta el tapón recto y enróscalo a mano hasta tope.
• Añade un cuarto de vuelta suave. No uses herramientas para apretar.
• Cierra la trampilla. Ejecuta un vaciado o aclarado corto sin ropa para comprobar fugas.

Si el tapón no entra suave, detente. Recolócalo recto. Forzarlo daña la rosca y la junta tórica y provoca fugas.

Errores frecuentes y cómo evitarlos

• Cruzar la rosca por prisas. Presenta el tapón recto y enrosca sin resistencia.
• Apretar con alicates. Basta con la mano para sellar; el exceso de par deforma la tórica.
• Montar la junta seca o retorcida. Un toque de agua jabonosa evita pellizcos.
• Olvidar secar el asiento. La suciedad en la ranura impide el cierre correcto.
• Probar con ropa. El test sin carga permite detectar filtraciones sin riesgo.

¿Y si no era el tapón? Diagnóstico rápido

Hay casos en los que el problema no se resuelve con el tapón. Conviene descartar otras causas típicas antes de comprar una bomba nueva.

Elegir el repuesto correcto y no fallar en la compra

No todos los tapones universales sellan igual. La rosca puede coincidir y la tórica no. Lo más fiable es buscar por marca, serie y referencia del modelo de tu lavadora, que figura en la etiqueta del marco o en la puerta.

• Compara la longitud del tapón viejo y el diámetro de la junta.
• Si dudas entre dos referencias, elige el kit que incluya junta tórica y tapón completo.
• Guarda una foto del alojamiento del filtro; ayuda a evitar devoluciones innecesarias.
• Ten en cuenta que muchas marcas comparten plataforma y la compatibilidad es amplia, pero conviene confirmar.

Qué cambia en tu día a día cuando el filtro está en forma

Un drenaje eficiente reduce tiempos muertos entre aclarados. El motor de la bomba trabaja menos y se calienta menos. El ruido al final del ciclo baja. El olor húmedo desaparece, porque ya no queda agua retenida en el frontal. Y el suelo deja de convertirse en una playa sin aviso.

Ese mantenimiento básico también evita que la electrónica prolongue ciclos para compensar un vaciado deficiente, algo que suma minutos y watios sin que te des cuenta.

Mantenimiento preventivo realista

• Revisa el filtro cada 4 a 6 meses con uso normal; cada 2 a 3 meses si tienes mascotas o ropa de trabajo.
• Usa bolsas para ropa pequeña y prendas con alambres o cierres que puedan soltarse.
• Evita monedas y tornillos en los bolsillos; una sola moneda bloquea la hélice.
• Deja la trampilla accesible; un acceso ágil te ahorra posponer la limpieza.
• Si notas gorgoteos nuevos, adelanta la revisión; es la señal más temprana.

Qué dice tu lavadora cuando te muestra un código

Los códigos varían por marca, pero la lógica se repite: si la placa detecta que el nivel no baja a tiempo, lanza error. E18, 5C o F05 suelen relacionarse con drenaje. Si tras limpiar y cambiar el tapón el fallo persiste, toca mirar el tubo de desagüe y la bomba. Saltarse el paso del tapón conduce a veces a cambiar piezas sanas.

Antes de pensar en una bomba nueva, limpia el filtro y sustituye el tapón con su junta. Es el descarte más barato y el más efectivo.

Información útil para ir un paso más allá

Si tu lavadora no tiene trampilla visible, el acceso al filtro puede estar detrás del zócalo o integrado en la bomba. En modelos con “bomba autolimpiante”, el mantenimiento cambia y compensa revisar el manual por referencia exacta. También conviene conocer tu garantía: manipular el filtro forma parte del uso habitual y no la anula, pero abrir paneles sí puede afectarla.

Una junta bien lubricada con agua jabonosa sella mejor que una junta seca y evita pellizcos. Si la goma presenta grietas o memoria de forma, no la reaproveches. Guardar un tapón de repuesto en casa evita esperas y te permite reaccionar ante el primer síntoma. Y, si vas a ausentarte semanas, deja el filtro limpio y el grifo de entrada cerrado: reduces el riesgo de fugas y olores al volver.