Si tienes un tv box en casa, podrías pagar 25 € al año por el piloto rojo: ¿sabes cómo evitarlo?

A veces el gasto se esconde en lo más pequeño.

Entre el televisor, la barra de sonido y la consola, hay un aparato que parece apagado pero no desconecta del todo. Su piloto rojo te tranquiliza, aunque por dentro siga trabajando y arañando kilovatios a cualquier hora.

El electrodoméstico que sigue consumiendo apagado

El decodificador del operador —el tv box que acompaña a la fibra y a los canales— no siempre “muere” cuando pulsas el mando. La mayoría de equipos entra en reposo activo para arrancar rápido, mantener la guía, escuchar actualizaciones nocturnas o atender funciones de grabación. Ese reposo implica consumo real.

Las mediciones domésticas con enchufes vatímetro lo dejan claro. Muchos modelos antiguos se quedan entre 10 y 20 W en ese falso apagado. Algunos modernos bajan a 0,5-3 W si activas el modo de suspensión profunda. La diferencia se traduce en euros y también en hábitos.

El kilovatio más barato es el que no llega a gastarse.

Por qué el decodificador no duerme

La electrónica de consumo traza un equilibrio entre comodidad y energía. Mantener vivo el procesador evita una espera larga al encender. Escuchar la red permite descargar guías y actualizaciones cuando duermes. Si hay disco duro, suele moverse a intervalos para conservar su estado. El resultado: un “apagado” que no apaga.

Esa suma constante tiene nombre: consumo vampiro. No hace ruido, no calienta, pero pincha tu contador a todas horas. Una casa con dos decos antiguos, un PVR con disco y un receptor TDT puede sostener 40-45 W continuos sin que nadie lo note a simple vista. Año tras año, la factura los delata.

Cuánto dinero te roba cada año

Conviene traducir vatios en euros. Un equipo que mantiene 12 W en reposo consume unos 0,288 kWh al día. En un año, rozará los 105 kWh. Con una tarifa entre 0,20 y 0,25 €/kWh, estás pagando entre 21 y 26 euros por un piloto encendido. Con 15 W, el coste sube a más de 130 kWh anuales. Con 20 W, el mordisco ya se acerca a 175 kWh.

Más allá de la cartera, hay impacto climático. Evitar 100 kWh al año supone dejar de emitir en torno a 20–30 kg de CO₂, según el mix eléctrico. Parece poco, pero suma si lo aplicas a varios equipos y a millones de hogares.

Cómo cortar la sangría sin complicarte

La receta es sencilla y compatible con el día a día. No hace falta vivir desenchufando a cada rato. Se trata de elegir bien dónde cortar.

• Regleta con interruptor a mano para el decodificador y la consola. Un clic y corte total.
• Enchufe inteligente con horario: apagado nocturno y encendido por la tarde, cuando ves la tele.
• Activa “suspensión profunda” o “ahorro de energía” en ajustes. Los modelos recientes bajan a 0,5–1 W reales.
• Desactiva “inicio rápido” si dispara el consumo en reposo. Arrancará más lento, pero gastarás menos.
• Revisa si hay discos duros externos siempre alimentados. Ponlos en regleta con interruptor propio.
• Pide a tu operador un equipo nuevo si el tuyo es antiguo y traga más de 8–10 W en reposo.
• Usa la app del operador o un dongle tipo Chromecast cuando no necesites el deco tradicional.

Un interruptor de 5 euros puede ahorrarte decenas de kilovatios al año sin cambiar de hábitos.

Qué pasa si lo desenchufas de verdad

No pasa nada grave. El equipo está diseñado para cortes de luz. Al volver, tardará más en arrancar y la guía puede actualizarse durante unos minutos. Si tienes programada una grabación, deja el enchufe activo esa noche o programa una excepción en el enchufe inteligente.

Normas, derechos y expectativas razonables

La normativa europea de eficiencia fija límites de consumo en reposo para muchos productos del hogar. En modo espera simple, el tope suele estar en 0,5 W (1 W si hay display). Para el reposo con red activa, los límites se mueven en el entorno de 2–3 W, con excepciones por funciones avanzadas. Los equipos modernos pueden cumplirlos, pero a menudo el “inicio rápido” y otras comodidades los elevan. Pide a tu operador información sobre el modo de bajo consumo y cómo activarlo.

Si el servicio te entrega un modelo con consumos desproporcionados, reclama un reemplazo. Aporta una lectura de un medidor económico y la referencia de los modos de suspensión. Muchos operadores ya ofrecen cajas con chip más eficiente y reposo real de menos de 1 W.

Señales de que tu tv box es un tragón

Hay pistas que te orientan antes de medir. Si el equipo se calienta en “apagado”, si mantiene el puerto de red con actividad constante o si oyes al disco moverse en reposo, sospecha. Un medidor te lo confirmará en segundos.

• Más de 5 W en reposo: margen claro de mejora.
• Entre 0,5 y 3 W con red activa: buen comportamiento para un uso normal.
• Saltos de consumo por “inicio rápido”: ajusta la configuración.

Comparte el ahorro con otros “vampiros”

La misma estrategia sirve para consolas en suspensión, microondas y hornos con reloj, impresoras que “escuchan” la wifi o placas de inducción con display. Prioriza los que superan 5 W constantes. En una vivienda media, cortar tres puntos de 10 W cada uno puede ahorrarte más de 260 kWh al año.

Preguntas rápidas

• ¿Cuál es el aparato que gasta apagado? El decodificador del operador. El reposo activo mantiene servicios y consume energía.
• ¿Cómo sé si el mío gasta mucho? Con un enchufe medidor de 10–20 €. Si marca más de 5 W en “apagado”, puedes mejorar.
• ¿Apagarlo del todo lo estropea? No. Solo arranca más lento y la guía tarda un poco en actualizarse.
• ¿Sirve “inicio rápido”? Acelera el arranque, pero suele multiplicar el reposo. Si buscas ahorro, desactívalo o combina con una regleta.
• ¿Y el router? Si no dependes de él por trabajo o domótica, programa un apagado nocturno. Si usas alarmas o dispositivos conectados, manténlo encendido.

Información práctica para ir un paso más allá

Cómo medir bien: conecta el decodificador a un vatímetro durante 24 horas, con tu uso habitual. Anota consumo en reposo y en uso. Calcula kWh diarios y extrapola al año. Prueba después con “suspensión profunda” y sin “inicio rápido”. Por último, añade una regleta con interruptor y repite la medición. Verás el impacto real de cada decisión.

Si tienes tarifa con discriminación horaria, programa el enchufe inteligente para que el tv box se despierte minutos antes de tu franja barata de tarde-noche y se apague al terminarla. Combinar horario, modo profundo y corte físico reduce el consumo sin renunciar a las funciones que necesitas.

Atención a las excepciones: no cortes la corriente si esperas una grabación crucial o si usas el deco como puente wifi para dispositivos que requieren conexión permanente. En esos casos, activa el modo de bajo consumo y revisa si la red sigue disponible con un gasto razonable.

Un último apunte de contexto: si tu equipo supera los 10 W en reposo, el cambio de modelo es la mejora con mejor retorno. Si ya ronda 1–3 W, la prioridad pasa a otros aparatos más derrochadores. Gestionar por datos evita frustraciones y te asegura ahorros reales sin renunciar a la comodidad.