El bolsillo dicta cada gesto de calor.
Ante el primer descenso serio del termómetro, muchos hogares buscan soluciones puntuales, rápidas y baratas. La cadena Lidl ha puesto en sus estantes un calefactor portátil con cuerpo cerámico que promete aire caliente casi al instante por menos de 20 euros. No pretende sustituir a la calefacción central, sino cubrir momentos concretos con una dosis de confort cercana, controlada y fácil de gestionar.
Un aliado de sobremesa para el frío de repente
El dispositivo encaja en la palma de la mano y se enchufa en cualquier toma cercana. Su tecnología cerámica PTC alcanza temperatura operativa en segundos y un pequeño ventilador impulsa el flujo de aire hacia donde te sientas. Resultado: calor de proximidad sin esperar a que toda la estancia “coja tono”.
Menos de 20 €, aire caliente en segundos y consumo contenido: una combinación pensada para ratos concretos de uso.
La propuesta tiene sentido en escritorios, rincones de lectura, recibidores o baños antes de entrar a la ducha. Quien teletrabaja lo nota de inmediato en los dedos y el torso. Quien llega tiritando, agradece esos cinco minutos que marcan la diferencia antes de quitarse el abrigo.
Consumo y costes reales: números que caben en el bolsillo
Los mini calefactores cerámicos suelen moverse en potencias en torno a 500 W. Con una tarifa de 0,20 €/kWh, media hora equivale a unos 0,05 €. Una hora completa rondaría los 0,10 €. Si lo usas en tramos cortos, el impacto en la factura se mantiene a raya.
Para situarlo en contexto, mira esta comparativa orientativa de coste energético:
| Potencia | Coste 30 min (0,20 €/kWh) | Coste 1 h (0,20 €/kWh) | Uso típico |
|---|---|---|---|
| 500 W | 0,05 € | 0,10 € | Teletrabajo, lectura, pre-calentar baño |
| 1000 W | 0,10 € | 0,20 € | Estancias pequeñas bien cerradas |
| 1500 W | 0,15 € | 0,30 € | Calor más intenso, consumo mayor |
Quien lo compre para “templar” el salón entero de 25 m² se llevará una decepción. El valor está en apuntarlo hacia la persona, a 1–1,5 metros, y en programar tiempos cortos. Ese enfoque multiplica la sensación térmica sin disparar el contador.
Cómo sacarle partido sin gastar de más
La burbuja de calor bien hecha
- Coloca el calefactor a 1–1,5 metros, orientado al torso y las manos.
- Selecciona la temperatura mínima que te resulte cómoda y activa el temporizador en bloques de 10–15 minutos.
- Cierra puertas y baja persianas durante su uso para evitar fugas de calor.
- Precalienta la zona de la cama unos minutos antes de acostarte, no la habitación entera durante una hora.
- Si trabajas a ratos, alterna encendidos breves con pausas; el calor residual mantiene el confort un rato más.
El calor de proximidad hace ganar grados donde estás sentado y evita pagar por metros que no usas.
Errores que conviene evitar
Hay hábitos que restan eficiencia y seguridad. No lo apoyes pegado a cortinas, sofás o textiles. No intentes que rinda como un sistema central. Evita su uso continuo durante horas sin ventilación si la estancia es muy pequeña. Y no lo sitúes cerca de agua; el baño se puede pre-calentar, pero con la puerta abierta y el aparato fuera de la zona húmeda.
Lo que trae este pequeño aparato a tu rutina diaria
Este lanzamiento encaja con una tendencia que gana terreno: calentar a las personas antes que los metros cuadrados. La calefacción deja de ser un “todo o nada” y se vuelve granular. Zona de trabajo caliente, pasillo abrigado con ropa y el resto del piso a una temperatura base. Esto reduce picos de consumo y da margen para ajustar hábitos sin perder confort.
La etiqueta de precio empuja a probarlo. Quien comparte piso, estudia o pasa parte del día frente al ordenador encuentra un equilibrio aceptable entre gasto y bienestar. En hogares con mayores, un soplo cálido en el sillón evita capas de manta a media tarde. En viviendas de alquiler con ventanas antiguas, la respuesta rápida compensa pérdidas térmicas que no dependen del inquilino.
Seguridad y funciones que marcan la diferencia
El termostato corta el calentamiento al llegar al punto marcado y reduce ciclos innecesarios. La protección contra sobrecalentamiento añade margen de seguridad. El temporizador evita olvidos al salir de la habitación. Un detalle práctico: la carcasa permanece templada al tacto, pensada para reducir sustos al moverlo.
Termostato, temporizador y protección térmica crean una experiencia sencilla: enchufar, orientar y listo.
Disponibilidad y estrategia de compra
El precio se sitúa por debajo de 20 €, con stock variable según tienda y fecha. La rotación suele ser alta cuando llega el primer frente frío. Si ves unidades, conviene decidir en el momento, porque el impulso de compra se dispara en días de lluvia y viento. La versión de sobremesa o de enchufe directo cubre el mismo tipo de uso: calor cercano con mínimo despliegue.
Preguntas rápidas con respuesta útil
- ¿Qué superficie abarca?Rincones de 8–12 m² si cierras puertas y te colocas cerca. Su punto fuerte es calentar a la persona.
- ¿Qué ruido produce?Un soplo continuo comparable a un ventilador pequeño. Adecuado para llamadas o lectura.
- ¿Cuánto puedo ahorrar frente a un aparato mayor?Frente a 1500 W, un modelo de 500 W recorta dos tercios del consumo en cada sesión.
- ¿Es seguro para hogares con niños o mascotas?Mejor en superficies estables, lejos de textiles y fuera del alcance de manos curiosas. Incluye protecciones térmicas.
- ¿Sirve para el baño?Para pre-calentar la estancia unos minutos, colocando el aparato en zona seca y sin salpicaduras.
Dos ideas extra para sacarle rédito todo el invierno
Calcula tu coste mensual con un ejemplo simple: 1 hora al día durante 30 días a 500 W suma 15 kWh. A 0,20 €/kWh, son 3 €. Si duplicas a 2 horas, 6 €. Ajusta los tramos a tu tolerancia térmica y al horario de tu tarifa. En periodos con precio variable por horas, concentra los usos en las franjas más baratas.
Combina el calefactor con pequeños gestos: alfombras en suelos fríos, burletes en puertas, cortinas gruesas al anochecer y una capa de ropa térmica para alargar la ventana de confort. Con ese ecosistema, los minutos de aire caliente rinden mucho más y la factura se mantiene bajo control cuando el mercurio cae.










Lo quiero para el escritorio; mis dedos ya están helados por las mañanas. Si calienta en segundos, cae fijo.
¿500 W de verdad bastan para pre‑calentar un baño? Mi casa tiene ventanas viejas y fugas; no quiero otro cacharro q se queda corto.