La escena se repite y genera conversación entre vecinos.
La red se ha llenado de “antes y después” que corren por WhatsApp y TikTok. El protagonista es un desengrasante barato que promete resultados rápidos sin frotar a lo loco. La pregunta que se hacen muchos no es si limpia, sino cómo aprovecharlo para ahorrar tiempo y evitar sustos en superficies delicadas.
El desengrasante de Mercadona que se ha hecho tema de conversación
Se trata del desengrasante Bosque Verde en formato spray, con etiqueta amarilla y un precio que suele moverse entre 1,50 y 1,70 €. Su popularidad no nace de una campaña, sino de grabaciones domésticas que muestran parrillas, cristales de horno y campanas que recuperan su aspecto en pocos minutos. El atractivo está en la ecuación sencilla: eficacia visible, uso fácil y un coste que no duele.
¿Qué hay detrás? Un fórmula alcalina con tensioactivos que atacan la grasa reseca y la convierten en algo que el agua puede arrastrar. La espuma se adhiere, no escurre de inmediato y da margen para que los ingredientes actúen. El resultado, si se respeta el tiempo de contacto, es un despegado limpio y rápido.
La clave no es frotar con fuerza, sino dejar que el producto trabaje 3–5 minutos y retirar con método.
Cómo sacarle partido con el método de los 5 minutos
Aplicar bien marca la diferencia. Con una rutina corta y ordenada, los resultados llegan sin desgaste.
- Aplica sobre superficie fría y seca, a unos 15–20 cm de distancia.
- Cubre con papel de cocina para que la espuma no caiga y gane tiempo de contacto.
- Espera entre 3 y 5 minutos; en grasa muy antigua, hasta 7 minutos.
- Retira el papel y pasa una bayeta de microfibra ligeramente humedecida.
- Aclara con agua templada en cantidad y seca para que no queden velos.
Errores que te hacen perder tiempo y dinero
- Frotar sin esperar. Se gasta producto y se raya la superficie.
- Mezclar con lejía o ácidos. Riesgo químico y malos vapores.
- Usar estropajos metálicos en acero o vitro. Aparecen marcas irreparables.
- Olvidar la ventilación. Mejor ventanas abiertas y guantes.
- Aplicarlo en mármol, madera sin sellar o aluminio pulido. Puede manchar o opacar.
Dónde usarlo y dónde no
| Superficie | Apto | Tiempo de contacto | Observaciones |
|---|---|---|---|
| Cristal del horno | Sí | 4–5 min | Aclara en abundancia; seca con papel y remata con microfibra. |
| Campana de acero | Sí | 3–4 min | Evita estropajo; pases suaves y secado final para evitar cercos. |
| Parrillas y bandejas | Sí | 5–7 min | Esponja no abrasiva; repetir si la grasa está muy carbonizada. |
| Azulejos y encimeras laminadas | Sí | 2–3 min | Solo en superficies lavables; aclarado rápido para evitar velos. |
| Vitrocerámica (borde y rejillas extraíbles) | Sí, con cuidado | 2–3 min | No usar en placa caliente ni sobre serigrafías. |
| Mármol, madera sin sellar, aluminio pulido | No | — | Riesgo de manchas, pérdida de brillo o hinchazón. |
Usos comentados por la comunidad
- Rejillas de air fryer y bandejas de gratinar con restos resecos.
- Parte superior de la campana y filtros metálicos, con aclarado abundante.
- Carcasas plásticas de sillas de terraza y ruedas de bici con grasa superficial.
- Suelo de garaje con manchas frescas de aceite, seguido de agua caliente.
Si la grasa está “lacada”, dos pasadas suaves con descanso entre ellas rinden más que una batalla de fuerza.
Precio y ahorro: lo que cuesta cada limpieza
El gancho del producto es doble: limpia bien y cuesta poco. Si el spray ronda 1,60 € y en una limpieza de horno gastas entre 10 y 20 ml, el coste por sesión queda entre 0,02 y 0,04 €. En campanas o azulejos el consumo es aún menor. Para mantenimiento, muchos usuarios diluyen 1 parte de producto en 3 de agua en un pulverizador y reservan el concentrado para los trabajos duros.
Con esta pauta, una botella da para decenas de servicios. La combinación de tiempo de contacto, agua templada y microfibra reduce esfuerzo, estropicios y, de paso, consumo de papel.
Seguridad, química y ventilación
- Guantes y ventana abierta. Evita inhalar vapores en espacios cerrados.
- No mezcles con lejía ni con ácidos (vinagre o limpiadores antical). Pueden generarse gases irritantes.
- Prueba en una esquina oculta si no conoces el material.
- En aluminio pulido, mármol o madera sin sellar, busca alternativas neutras.
La razón de su eficacia está en su pH alcalino. Ese entorno rompe la película grasa y la vuelve soluble en agua. La espuma añade tiempo de contacto, que es lo que realmente “hace el trabajo”. Por eso, los 3–5 minutos marcan la diferencia frente a pulverizar y frotar al instante.
Alternativas y combinaciones sensatas
Para salpicaduras recientes, agua caliente y jabón neutro resuelven sin químicos fuertes. Si queda olor a cocina, un paño con una pizca de alcohol doméstico termina de desengrasar interruptores y tiradores. Para manchas quemadas ligeras, una pasta de bicarbonato con unas gotas de agua ayuda, siempre en frío y con una esponja blanda.
Evita usar el desengrasante alcalino y, acto seguido, aplicar vinagre. Son productos de familias distintas que se neutralizan y generan vapores incómodos. Si quieres usar ambos, hazlo en días o fases separadas y aclara con agua entre medias.
Mini-rutina de 12 minutos para no acumular grasa
- 2 min: repaso diario rápido de salpicaduras con dilución 1:3 y bayeta.
- 5 min: rejillas de la encimera y borde de la vitro una vez por semana.
- 5 min: cristal del horno y parte superior de la campana cada 10–14 días.
Para quien busca medir resultados, una referencia útil es el brillo y la ausencia de tacto pegajoso en superficies altas. Si notas la campana limpia al pasar el dedo, vas por buen camino. Y si el olor del producto te resulta intenso, ventila o usa mascarilla ligera durante la aplicación.
Si compartes piso o tienes poco tiempo, compensa preparar un “kit de choque” con microfibra, papel, guantes y un pulverizador con dilución. La constancia a pequeña escala evita limpiezas maratonianas, reduce el consumo de producto y mantiene el gasto mensual en céntimos. Para quienes prefieren opciones más suaves, alternar semanas de mantenimiento con bicarbonato y jabón es una forma razonable de equilibrar eficacia y cuidado de materiales.










Lo probé en el cristal del horno siguiendo el método del papel: pulverizar, cubrir, esperar 4–5 min y retirar con microfibra. Cero frotar a lo bestia y salió la capa pegajosa que ni con estropajo. Me gustó que por 1,60 € rinde un montón; haciendo cuentas, cada limpieza sale por céntimos. Eso sí, aclarado abundante y secar bien para que no queden velos. Para mantenimiento lo diluí 1:3 y va genial en azulejos.