Con el gas al alza y una ola de frío a la vuelta de la esquina, miles de hogares empiezan a mirar la luz de mediodía como un recurso concreto. La clave no está en comprar aparatos, sino en domar horarios, persianas y superficies que actúan como un acumulador silencioso.
El método de las persianas: horarios que funcionan
La franja útil de invierno cambia la partida. Entre las 10:00 y las 16:00, las ventanas orientadas al sur y al este reciben radiación suficiente como para templar suelos, paredes y muebles. Por la tarde, la prioridad pasa a retener lo ganado.
Abre a pleno sol en horas centrales y cierra cuando se va la luz. Lo gratis son los rayos; el ahorro, tus hábitos.
- Sube persianas y descorre cortinas al entrar el sol (sur/este de 10:00 a 16:00; oeste de 14:00 a 17:30).
- Deja que la luz golpee superficies con inercia: suelo cerámico, encimera de piedra, pared de obra.
- Cuando el sol se oculta, baja persianas y coloca cortinas gruesas pegadas al marco para sellar el frío.
- Evita la “microventilación” continua: roba calor todo el día sin renovar bien el aire.
La casa como batería térmica
La radiación atraviesa el vidrio, calienta objetos con masa y esa masa devuelve calor lentamente. Un suelo que recibe sol directo a mediodía puede ceder calor horas después del anochecer si no hay corrientes que lo disipen. No hace falta una reforma: basta con orientar el mobiliario y exponer materiales densos a la luz.
Los tonos medios u oscuros en la “zona de sol” absorben mejor, siempre con mesura para evitar un salón sombrío. Una mesa desplazada medio metro hacia el rayo cambia el confort de la tarde. Un sofá pegado a una ventana fría, por el contrario, chupa energía y añade sensación de pared helada.
Orientación y vidrios
Sur gana en invierno; este calienta desayunos; oeste alarga la tarde. Si tus ventanas no son de baja emisividad, un doble cierre con cortina pesada y riel pegado al techo crea una cámara de aire efectiva. Los burletes en marcos tapan fugas habituales y cuestan poco.
Cerrar rendijas y evitar ventanas entornadas de forma permanente suele ahorrar más que subir un grado el termostato.
| Situación | Gesto recomendado | Resultado probable |
|---|---|---|
| Salón al sur | Persiana arriba 10:00–16:00 y cortina térmica al anochecer | Tardes más templadas y menos horas de caldera |
| Ventanas antiguas | Burletes en hojas y faldón de cortina hasta el alféizar | Menos corrientes y sensación de pared fría |
| Habitación al oeste | Rayo filtrado por visillo y cierre temprano | Calor suave sin deslumbrar y mejor retención nocturna |
| Cocina soleada | Cocinar al mediodía en días claros | Sumas calor sensible para la tarde |
Lo que ya hacen muchos vecinos
Lucía, en Zaragoza, fijó una rutina durante un frente frío: abrió el salón sur de 10:30 a 15:30, movió la alfombra para liberar el suelo cerámico y colocó una mesa auxiliar donde caían los rayos. Cerró persianas y cortinas al caer el sol y ventiló 8 minutos al mediodía. En tres semanas, su contador marcó un 18% menos de gas que el mismo periodo del año pasado. No cambió la caldera. Cambió horarios.
No es un caso aislado. En comunidades orientadas al este, los vecinos han coordinado los tendederos y los toldos para no sombrearse entre sí en invierno. Un pequeño acuerdo de escalera puede sumar grados dentro sin conflicto.
Cómo ventilar sin enfriar
Ventila corto y cuando el sol acompañe. Abre dos ventanas enfrentadas 5–10 minutos cerca del mediodía para renovar CO₂ y humedad. La caída de temperatura se compensa rápido si has cargado de calor el suelo y las paredes. Un higrómetro barato te ayuda a mantener la humedad entre el 40% y el 60%, rango confortable que reduce sensación de frío.
Errores que te cuestan dinero
- Cortinas gruesas tapando radiadores: bloquean la convección y calientan la ventana, no la habitación.
- Persianas a medias por “costumbre”: cada lama bajada en horas de sol es calor perdido.
- Toldos bajados en días despejados de invierno: sombra gratis en el peor momento.
- Ventanas entreabiertas todo el día: fuga constante de calor sin ventilación efectiva.
- Alfombras mullidas sobre la zona de sol: la masa que interesa exponer queda aislada.
- Sofás pegados al vidrio frío: sensación de pared helada y golpe de termostato para compensar.
¿Cuánto puedes ahorrar y cómo medirlo?
Aplicando estos hábitos, muchos hogares logran recortes del 10% al 25% en calefacción, según orientación, tipo de vidrio y constancia. Tu cifra depende de cómo se comporta tu vivienda y de si sellas fugas antes de pedir más grados al termostato.
Prueba 14 días: rutina solar, cierres nocturnos y ventilación corta. Anota consumo al inicio y al final. Compáralo con una quincena similar.
Una pauta fácil para el test:
- Elige dos semanas con meteorología parecida.
- Programa el termostato a la misma temperatura de consigna.
- Aplica la rutina solar (apertura diurna, cierre nocturno, nada de microventilación).
- Mide kWh o m³ antes y después. Si percibes más confort vespertino, baja 0,5–1 ºC la consigna y repite.
Pequeñas inversiones que cambian el día a día
Si quieres ir un paso más allá sin obras: burletes autoadhesivos en marcos, cortinas térmicas que casi besen el alféizar, faldones detrás de radiadores para cortar la “ducha” fría de la ventana, láminas de baja emisividad de quita y pon en vidrios antiguos y un visillo claro que filtre el deslumbramiento sin matar el calor. Una alfombra oscura fina, movible, puede convertirse en tu “placa” doméstica.
Cuida también el verano. Toda ganancia solar que aplaudes en enero se vuelve carga en julio. Toldo y sombreamiento exterior entonces, apertura nocturna para refrescar, y orden inverso. Las viviendas agradecen esa doble estrategia.
Información útil para rematar tu plan
- Ropa y actividad: una capa más y moverse un poco en casa reducen la sensación de frío y permiten bajar un grado sin perder confort.
- Salud del aire: si ves condensación en el vidrio por la mañana, seca y ventila corto. El exceso de humedad enfría y favorece moho.
- Seguridad: persianas a medio subir pueden engancharse con el viento. Sube del todo o baja del todo cuando no estés.
- Vecindad: habla con tu comunidad para coordinar toldos en invierno. Un acuerdo simple evita sombras innecesarias.
El sol no pasa el datáfono, pero sí marca horarios. Si tú te ajustas a ellos, tu caldera descansa y tu factura respira.










¡Buenísimo! Probé subir las persianas del sur de 10 a 16 y bajar todo al anochecer; noté tardes más templadas y he bajado 0,5 ºC el termostato. ¿Algún truco para pisos con suelo de madera clara que no retiene tanto?
¿De verdad se puede ahorrar un 25% solo con persianas? Me suena optimista. En mi piso con ventanas viejas, aunque abra al mediodía, el frío se cuela por las rendíjas. ¿Bastan burletes o es humo?