Pagas la obra y faltan manos: en 2025 149.000 mayores de 60 y 1.200 € empujan a jóvenes a Mercadona

Pagas la obra y faltan manos: en 2025 149.000 mayores de 60 y 1.200 € empujan a jóvenes a Mercadona

La calle ya nota un problema que se cocina dentro.

En Zaragoza, la construcción mira a su espejo y ve canas, plantillas cortas y salarios que no seducen. En las casetas se habla de rodillas que crujen y de chavales que duran un mes. La pregunta ya no es si faltan albañiles, sino cómo sostener un sector que edifica lo que el resto necesita.

Un oficio que envejece sin relevo

La Fundación Laboral de la Construcción cifra la brecha generacional con crudeza: 149.000 trabajadores superan los 60 años y apenas 164.000 tienen menos de 30. La edad media sube cada temporada como un andamio más. En los tajos se nota. Encargados veteranos dirigen equipos con poco oficio, rotación alta y aprendizaje intermitente.

149.000 mayores de 60 frente a 164.000 menores de 30: el equilibrio se ha roto y la obra lo paga en plazos, calidad y siniestralidad.

José Luis Ruiz, 62 años, encargado en Zaragoza, lo resume con una comparación que muchos repiten: formar a un chico cuesta semanas y, tras 30 días, se marcha a reponer estanterías en Mercadona con horarios más estables. Esa fuga de talento de entrada corta el flujo de profesionales que el sector necesita.

Salarios que no retienen y vidas que no cuadran

La memoria salarial también pesa. Hubo épocas de diferencias llamativas: mientras un administrativo cobraba 20.000 pesetas, su hermano en obra llegaba a 85.000. Hoy, muchos peones y ayudantes mueven 1.100–1.200 euros al mes, con jornadas extensas y desplazamientos diarios.

Con 1.100–1.200 € mensuales, un joven no arranca un proyecto de vida sin alargar hipoteca a 30–40 años ni tirar de ayuda familiar.

Un oficial de primera antes podía plantearse comprar piso. Ahora la hipoteca se convierte en una carrera de fondo que supera tres décadas. El coste de la cesta, los alquileres y el transporte borran cualquier incentivo. Cuando llega una alternativa con menor desgaste físico y horarios cerrados, la balanza se inclina.

Condiciones y conciliación: la generación que pregunta primero por el horario

Manolo Grande, veterano en obra y responsable de Construcción en UGT Aragón, lo ve en cada selección: los jóvenes exigen turnos claros y fines de semana definidos. Quieren familia y tiempo. La construcción ofrece variabilidad, urgencias, cambios de ubicación y, a veces, sábados. La incompatibilidad nace ahí.

  • Jornada partida o ampliada por plazos de entrega y meteorología.
  • Traslados continuos entre obras y municipios.
  • Fatiga física acumulada: agacharse, subir, bajar, cargar.
  • Recompensas limitadas: pluses insuficientes y progresión lenta.

Coste físico y heridas que no cicatrizan

El cuerpo registra cada día de obra. Hay encargados que suman 25.000 pasos diarios entre plantas y acopios. A los 55, la espalda empieza a pasar factura. Miguel Luzón, 61, no puede volver aún por una lesión lumbar y cervical que le dejó fuera de juego. Recibe ofertas con destajos, horas extra encubiertas y rebajas de categoría a cambio de un salario base cercano a 1.600 euros.

En el extremo, el caso de José Miguel Fiestas, gruista de 57 años: una viga de una tonelada le partió más de 28 huesos. Treinta días de UCI y cirugías encadenadas. La estadística de daños graves crece cuando aumentan la edad y el cansancio. Quien encadena décadas en altura, corte o manipulación pesada llega al final de carrera muy tocado.

A partir de los 55, los oficios más duros muestran secuelas: lesiones crónicas, bajas prolongadas y salidas forzadas antes de la edad legal.

La grieta productiva: cómo afecta al precio y a los plazos

La falta de mano de obra cualificada dispara errores, retrabajos y tiempos muertos. La promesa de entrega se estira. El promotor repercute retrasos y subidas de coste. El comprador paga más por viviendas que, paradójicamente, los propios trabajadores no pueden costear.

Aspecto Construcción Reponedor en supermercado
Salario de entrada 1.100–1.200 € brutos/mes 1.200–1.400 € brutos/mes
Horario Variable, sábados ocasionales Turnos fijos, rotación previsible
Exigencia física Alta, con carga y altura Media, controlada en interior
Riesgo Elevado, siniestralidad superior Bajo-medio, protocolos estables
Progresión Lenta si no hay formación Rápida a responsabilidad de sección

Qué piden los veteranos: jubilación anticipada y carrera real

Muchos cuadrillas reclaman coeficientes reductores para adelantar la jubilación en tareas penosas y peligrosas. Hoy, con 38 años cotizados, un albañil puede retirarse desde los 63, pero con penalización. Quien arrastra lesiones y no alcanza los años exigidos se topa con una puerta cerrada o con pensiones menguantes.

Se abre paso una propuesta: destinar una parte del salario a una “caja” para retiro anticipado en oficios de alto desgaste. Ese colchón, sumado a los coeficientes, evitaría que cientos de trabajadores estiren hasta el límite físico. El Ministerio ya tiene un procedimiento para reconocer actividades penosas; falta aplicarlo a más especialidades de obra con criterios claros y medibles.

¿Cómo retener a los jóvenes sin perder productividad?

La respuesta no llega con un único gesto. Exige un paquete mínimo que las empresas pueden activar por fases y con retornos visibles en obra.

  • Escala salarial por certificación de habilidades: cada módulo probado eleva el salario.
  • Turnos pactados con ventanas de conciliación reales y planificadas por obra.
  • Rotación de tareas para reducir lesiones repetitivas y mejorar el aprendizaje.
  • Mentoría pagada: oficiales senior con plus por tutorizar a dos aprendices fijos.
  • Bonos por permanencia de 6 y 12 meses, ligados a calidad y seguridad.

Voces desde la obra: la desconexión emocional

José Luis confiesa que quiso llegar a los 65 porque amaba el oficio. Hoy se levanta con la idea de “a ver qué pasa”. No es una frase aislada. Cuando la parte vocacional desaparece, el oficio se sostiene solo con salario y condiciones. Si esas piezas no encajan, la puerta de salida se abre.

Sin prestigio, sin itinerario formativo y sin salarios que premien el oficio, la cantera se vacía en 30 días.

Datos y pistas para decidir tu camino

Si te atrae la obra, mide tu horizonte con números. Con 1.200 € brutos y un alquiler de 700 €, te quedas corto sin compañeros de piso. Con 1.400 €, una moto y trajín de dietas, la ecuación mejora algo, pero la estabilidad manda. Si saltas a oficial de primera (convenio, pluses y certificación), puedes pasar a 1.600–1.900 € brutos. La clave está en un plan de formación con hitos trimestrales que el jefe de obra firme y pague.

Quien ya está dentro puede solicitar la Tarjeta Profesional de la Construcción, sumar cursos de prevención, encofrado, albañilería avanzada o manejo de grúa-torre. Cada acreditación abre escalas salariales si la empresa lo incorpora al convenio de centro. Si arrastras lesión, consulta con mutua y abogado laboralista los partes, ya que el reconocimiento temprano evita vacíos de cotización y mejora el acceso a pensiones sin penalización.

1 comentario en “Pagas la obra y faltan manos: en 2025 149.000 mayores de 60 y 1.200 € empujan a jóvenes a Mercadona”

  1. 149.000 de plus de 60 ans, et on s’étonne du manque ? Le problème c’est pas la démographie, c’est 1.100–1.200 € et des samdis “occasionnels”. Qui tiendrait longtemps pour ça…

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