Un pequeño local en Viladecans demuestra que el café de especialidad no vive solo de aromas.
El proyecto de Lorena, barista formada tras años en Bristol, aterrizó en su pueblo con una premisa clara: calidad, cercanía y disciplina financiera. Su día arranca a las siete con hornos encendidos y molinillos calibrados. Después llegan los clientes, las redes sociales y la calculadora.
De Bristol a Viladecans, un plan con números
Lorena se enamoró del café cuando trabajaba en Reino Unido. De vuelta en Cataluña, se formó, ahorró y abrió Bristol Coffee en Viladecans. Optó por un local traspasado para empezar más rápido y reducir trámites, pero la realidad fue más áspera: la licencia original era de panadería y limitaba las mesas. Tocó pagar, presentar documentación y reconducir el permiso a cafetería.
Inversión prevista: 105.000 €. La decisión de comprar un traspaso ahorró obra, pero no evitó sobresaltos administrativos.
La maquinaria se llevó la mayor tajada: cafetera de especialidad, molinillos, horno y amasadoras que ha ido renovando. Ese equipamiento le permite vender café consistente y hornear a diario, dos piezas que sostienen su propuesta.
Licencias y obra: el primer bache real
El cambio de licencia obligó a parar, justificar aforo y rehacer parte del plan. Quien abre en hostelería se topa con planos, tasas y plazos. No son trámites menores. Entrar con un presupuesto holgado para técnicos y tasas evita tensiones de caja en los primeros meses.
Ingresos, gastos y el punto que decide el día
La caja manda. Lorena trabaja con un objetivo concreto: cubrir un punto de equilibrio que marca la jornada. Si no lo alcanza, los costes se comen el resultado. Si lo supera, respira y planifica compras.
El umbral diario se sitúa en 470 €. Por debajo, el día se pierde; por encima, hay margen para crecer.
| Concepto | Cifra orientativa | Detalle |
|---|---|---|
| Facturación anual | 138.000 € | Ritmo actual tras un año y medio |
| Margen neto | 8-9 % | Lo que queda en banco tras pagar todo |
| Ingresos mensuales | 11.500-12.000 € | Media de ventas al mes |
| Gastos fijos | 7.000-7.500 € | Alquiler, nóminas, cotizaciones, suministros |
| Variables | 2.000-2.500 € | Café ~1.500 €, leche ~300 €, refrescos y materias |
Ha devuelto el préstamo bancario, pero aún recupera sus ahorros. Proyección: amortizar la inversión en unos tres años si sostiene el ritmo.
Qué productos sostienen la caja
El café no siempre paga las facturas. Un espresso bien hecho aporta identidad y repetición, pero el margen es corto. La pastelería eleva el ticket medio y deja más porcentaje.
- Café: coste por carga ~0,55 €; precio de venta 1,80 €. Margen ajustado que exige volumen y eficiencia.
- Galletas caseras: dejan alrededor del 40 %; suben el ticket sin ralentizar mucho la barra.
- Croissants comerciales: rondan el 55 %; rotación alta en desayunos.
- Tartas de queso y cinnamon rolls en días señalados: funcionan como reclamo y generan colas.
La estacionalidad pesa. En invierno salen hasta 70 galletas al día. En verano, el rango baja a 10-20. Planificar producción y congelados ayuda a no tirar producto ni perder ventas por rotura de stock.
Trabajo, personal y horarios que marcan el pulso
El negocio abre seis días a la semana, de primera hora a media tarde. Lorena sigue al frente pese a contar con un pequeño equipo. La realidad del autoempleo es esa: compras, producción, barra, redes y cierre. Pocas sillas vacías, pocas horas muertas.
La organización se vuelve clave. Pesadas de café al principio del día, horneado controlado, tandas de masas y rellenos ya listos. Así se reduce la espera y se mantiene calidad. La limpieza y la mise en place determinan el ritmo del servicio.
Redes sociales y picos de demanda
Un vídeo viral en TikTok el día de apertura llenó la calle. Desde entonces, cada publicación mueve ventas. Los productos que aparecen en Instagram se agotan con facilidad. La comunicación no requiere campañas grandes, pero sí constancia y claridad del mensaje.
Cada publicación dispara la demanda del producto destacado. Sin planificación, el éxito se vuelve ruptura de stock.
La solución pasa por calendarios de contenido, previsión de materias y reglas simples: anunciar solo aquello con capacidad de producción asegurada, y limitar ediciones para proteger márgenes.
Lecciones para quien piensa abrir una cafetería
- Calcula el punto de equilibrio diario y cuélgalo en la oficina. Ayuda a tomar decisiones rápidas.
- Define tus caballos de batalla: un café estable y dos dulces con margen que roten a diario.
- Eleva ticket medio con combos y extras: leche alternativa, jarabes y formatos para llevar.
- Controla mermas con producción en tandas y congelación de masas y rellenos.
- Negocia con proveedores y revisa tarifas trimestralmente. Si suben costes, mueve precios con criterio.
- Diseña un horario que siga el flujo real del barrio. Abrir menos horas improductivas mejora el resultado.
- Crea un plan de redes sencillo: dos publicaciones a la semana, una novedad y una constante.
- Cuida el equipo: formaciones breves en espresso y atención. La repetición del cliente paga la nómina.
- Reserva de caja: provisiona IVA y cotizaciones para no ahogar la tesorería.
- Valora renting para maquinaria crítica. La cuota fija reduce sustos si el horno se rompe.
Simulación rápida para mover el margen
Pequeños ajustes cambian el mensual con poco riesgo. Dos escenarios orientativos para una cafetería con volúmenes modestos:
| Medida | Efecto mensual estimado | Hipótesis |
|---|---|---|
| Subir 0,10 € el espresso | +200 € de ingreso bruto | 2.000 cafés/mes; misma demanda por base fiel |
| Vender 20 galletas extra/día | +480 € de margen | Precio 2,50 €; margen 40 %; 24 días trabajados |
La clave es no forzar la producción más allá de la capacidad. Si el alza de precio afecta la demanda, conviene testear por franjas horarias y comunicar bien el valor: origen del grano, consistencia de la extracción y leche de granja.
Riesgos, ventajas y asuntos que no se ven desde la barra
El sector trabaja con márgenes netos cercanos al 5-15 % según zona y formato. La energía, las cotizaciones y el alquiler mueven esa aguja. En España, la restauración aplica un IVA reducido del 10 %, que conviene separar de la caja desde el primer día para evitar tensiones al liquidar.
La seguridad alimentaria no es negociable: fichas de alérgenos, control de temperaturas, APPCC y etiquetado para productos envasados. Cumplir ordenanzas municipales sobre ruidos, terrazas y residuos evita sanciones que pueden borrar el beneficio de un trimestre.
En el lado positivo, la especialidad fideliza y permite justificar un precio que cubra el coste real. La repostería hecha en casa genera identidad y margen, siempre que el tiempo invertido se mida. Las redes canalizan demanda a coste bajo si se usan con planificación.
Dónde puede crecer un negocio así
Lorena busca una amasadora mayor y afinar la producción. Ese paso permite vender más sin sumar personal de inmediato. Otra vía es alargar el ticket con bebidas de temporada, lotes para llevar y prepedidos de fin de semana. La tercera palanca, menos visible, está en el proceso: tiempos de extracción, limpieza de molinos y checklist de apertura que eviten errores caros.
Quien mire este caso verá cifras ajustadas, sí, pero también una hoja de ruta. Con 138.000 € de ventas y un 8-9 % neto, el margen existe. Se gana en la preparación, en el control de costes y en la constancia. El café reúne a la gente; la gestión paga la luz y el sueño de seguir abriendo mañana.










Con 138.000 € al año y solo 8–9 % neto, ¿de verdad compensa el riesgo y tantas horas? ¿No convendría subir 0,10 € el espresso y ajustar horarios?
Pensé que el aroma pagaba la luz; al final la licenzia y las tasas mandan. El croissant gobierna. Amen.