Javier Fernández Ligero, nutricionista: «Andar en ayunas exponiéndonos a los primeros rayos de sol del día ayuda a acelerar el metabolismo»

Javier Fernández Ligero, nutricionista: "Andar en ayunas exponiéndonos a los primeros rayos de sol del día ayuda a acelerar el metabolismo"

Un gesto tan antiguo como caminar, un horario tan concreto como el amanecer y una promesa que pica la curiosidad: acelerar el metabolismo sin máquinas, sin prisa, sin ruido. Javier Fernández Ligero, nutricionista, lo repite a sus pacientes y lo practica en su propio barrio. ¿Y si la chispa estuviera en esos primeros minutos del día en los que casi nadie mira?

Camino junto a Javier Fernández Ligero, que señala el cielo como si fuese un reloj invisible; el sol asoma por detrás de las azoteas y tiñe las aceras de un dorado tímido, *esa franja dorada que hace parecer nuevas las cosas*. Dos calles más allá, alguien corre, otra persona pedalea, y nosotros solo andamos, en silencio, con el estómago vacío y la cara abierta a la luz. Él sonríe y dice que aquí empieza el día de verdad. Y algo se enciende.

Luz de amanecer y pasos con intención

La idea parece simple, casi doméstica: caminar en ayunas mientras el cuerpo recibe los primeros rayos de sol cambia la manera en que arrancan los engranajes internos. El latido toma ritmo, el hambre se ordena, la cabeza se aclara como una ventana recién abierta. Javier Fernández Ligero habla de sincronizar reloj biológico y movimiento, de darle al metabolismo un inicio limpio, sin distracciones ni picos.

Conozco a Marta, 42 años, que decidió probar durante tres semanas: despertador 7:10, vaso de agua, zapatillas, 25 minutos de paseo a paso vivo mirando al horizonte, desayuno después. Dice que dejó de llegar a media mañana con antojos, que la cintura se deshinchó un poco y que el humor ya no chocaba contra el tráfico. Un estudio académico popularizó la relación entre más luz matinal y un IMC más bajo, y a Marta le gustó pensar que no era casualidad.

¿Por qué encaja esto? Tras la noche, el cuerpo opera con reservas finitas y tira de grasa con más facilidad si nos movemos sin comida reciente. La luz temprana ajusta el ritmo circadiano, sube el cortisol de la mañana en su rango natural y despierta tejidos que gastan energía con más alegría. No hablamos de magia, hablamos de un encendido ordenado que reduce la pereza metabólica del resto del día.

Cómo hacerlo sin obsesionarse

La práctica cabe en un gesto: 20 a 30 minutos de paseo nada más despertar, sin desayuno previo, con la mirada expuesta a la luz natural por 5 a 10 minutos. Pasos ágiles, brazos que acompañan, respiración por la nariz si te sienta bien, agua antes de salir y una prenda ligera para no pasar frío al principio. Si eres muy sensible al sol, un protector suave y gorra; si tienes dudas médicas, consulta a tu profesional antes de empezar.

Los errores se parecen: convertir el paseo en una carrera, salir con gafas de sol muy oscuras desde el minuto uno, desayunar en la calle con prisas y robarte el ritual, mirar el móvil y perder el diálogo con la luz. Seamos honestos: nadie hace esto todos los días. Busca 4 o 5 mañanas por semana y respeta los días torcidos; el cuerpo agradece la constancia, no la perfección.

Javier resume su filosofía en una frase que muchos guardan en el bolsillo:

“Andar en ayunas exponiéndonos a los primeros rayos de sol del día ayuda a acelerar el metabolismo”.

Y si quieres un mapa sencillo para no liarte, piensa en esto:

  • Si es posible, sal en la primera hora desde que amanece.
  • Camina a un ritmo que te permita hablar con frases cortas.
  • Deja que la luz toque tus ojos de forma indirecta, sin forzar la mirada.
  • Desayuna después: proteína, fibra y algo de grasa buena.
  • Si tienes diabetes, hipoglucemias o tomas medicación fotosensible, personaliza el plan.

Lo que cambia cuando cambias la mañana

Hay un antes y un después en quienes encuentran su ventana de luz. El paseo rápido en ayunas no solo ajusta el gasto energético del día, también baja el ruido mental y pone límites a ese hambre desordenada que aparece cuando abrimos los ojos con el móvil. Todos hemos vivido ese momento en el que el día se desmadra antes del café; aquí hay una manera de ponerle riendas suaves y cantar las primeras notas a tu tempo.

Punto Clave Detalle Interés para el lector
Exposición a la mañana 5–10 minutos de luz natural en la primera hora del día Ajusta relojes internos y mejora el tono metabólico
Paseo en ayunas 20–30 minutos a ritmo conversacional Favorece el uso de grasa sin estrés ni hambre feroz
Desayuno posterior Prioriza proteína + fibra + grasas de calidad Estabiliza el apetito y mantiene energía sostenida

FAQ :

  • ¿Cuánto tiempo necesito para notar cambios?Entre 10 y 21 días mucha gente percibe mejor apetito y energía; las medidas corporales suelen moverse tras 4–6 semanas.
  • ¿Puedo tomar café antes de salir?Sí, un café solo o con un chorrito de leche no rompe el gesto, siempre que no te irrite el estómago ni dispare la ansiedad.
  • ¿Y si el día está nublado?La luz difusa también cuenta; sal igual y busca claros, la consistencia pesa más que el cielo perfecto.
  • ¿Es seguro si tengo diabetes o tendencia a hipoglucemias?Necesitas plan personalizado; camina con control, lleva una pieza de fruta por si cae la glucosa y habla con tu equipo de salud.
  • ¿Pierdo músculo si camino en ayunas?No con paseos moderados y un desayuno rico en proteína; el riesgo aparece con sesiones intensas y mala ingesta.

1 comentario en “Javier Fernández Ligero, nutricionista: «Andar en ayunas exponiéndonos a los primeros rayos de sol del día ayuda a acelerar el metabolismo»”

  1. J’aime l’idée de marcher à jeun au lever du soleil. Je fais déjà 20 min depuis 1 semaine et, honnêtement, moins d’envies de sucre en fin de matinée et l’humeur plus stable. Coïncidence ou vrai reset metabolique ? Je continue pour voir.

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